lunes, 16 de agosto de 2010

¿podría ir al baile, doñito?




Es lunes y son las 22.30. Como siempre ya con sueño (ha sido un fin de semana entrenido, todo el día de aquí para allá y durmiendo poco...hay que aprovechar que aquí el día se hace muy corto) y resistiéndome a arrascarme alguno de los variados granos que tengo (parece que no pican mucho los bichos pero al final se coge una buena colección). Por cierto, para tranquilidad de quien siga esto, de salud por el momento perfecto. Aquí las defensas se tienen que espabilar pero funcionan muy bien. Ni siquiera ha habido problemas con la tripa. Por el momento tampoco problemas de robos (y eso sí que es raro, casi hay que asumir que algún día toca, así que siempre con cuidado para que sea cosa de poco, es seguir los consejos de la gente de aquí y ya está).
Este viernes pasado fue feriado aquí (hubo puente) rememorando el primer grito de Independencia de Ecuador. Con la excusa pues aprovechar a viajar. Nos marchamos al Tena (la capital dela provincia contigua, también del Oriente). Aunque cerca en kilómetros, pues seis horitas de viaje. Para variar, un poquillo de aventura pero todo genial. Aquí como hay mucho transporte por la noche pues aprovechamos y llegamos allí a las cinco de la mañana. Fuimos sin reservar nada así que buscar hotel a esas horas fue poco menos que entretenido pero al final una gente muy maja nos dejó meternos en una habitación para poder descansar un poco y luego ya nos arreglaban la otra. El viaje en bus, muy entretenido?! Entre toda la gente que hay, todo el rato abrazado a la maleta (literalmente), en las paradas sube gente a vender comida, bebida, incluso por las ventanillas también ofrecen, si llueve uno muchas veces se moja (ya sea por las ventanas o por el techo), las velocidades que llevan que no hay quien mantenga el cuerpo recto...y no digamos todos los que tienen niños que los suelen llevar encima para no pagar el billete. Imaginaros un viaje de 6 horas con una niña de unos 7-8 años encima todo el tiempo... pues así muchos y no se oye ni una queja ni de padres (o abuelos) ni de los niños.
La ciudad está bien, es una zona más turística, no se parece mucho a Lago, aquí las casas la mayoría sí están acabadas, hay más seguridad, se ven a más gringos como nosotros... pero como imagen de la vida en la Amazonía me quedo con Lago, seguro que más representativo. Estuvimos en las cuevas de Jumandi. Muy chulas, la verdad, eso sí, si alguien se anima a ir que lleve ropa de recambio. No es el mismo concepto de visita a cueva que tenemos, aquí hay una cacho en el que había que nadar, había que ir con linterna, uno se llenaba de barro...realmente más emociante y entretenido. La seguridad...pues hombre, uno no puede estar dándole vueltas a todo porque sino no hace nada. La opción es tener tú mismo la precaución y el sentido común. Había unos toboganes que no tenían muy buena pinta...y al rato lo confirmó una chica que se partió la nariz en uno de ellos. También visitamos un zoológico y esto sí que no me gusto. Los animales estaban en unas condiciones bastante malas, con jaulas muy pequeñas, delgados, realmente tenían cara de tristes...se supone que es uno de los centros en los que están mejor, así que los peores... Por la noche decidimos salir de fiesta. Puff, ibamos todo decididos a ponernos a bailar a lo español, cada uno a su bola, pero es que al final da mucha vergüenza, sólo hay parejas bailando y encima no había ni a quien pedir. Menos mal que al final se ve que se apiadaron de nosotros un par de chicas y nos invitaron a bailar. La vuelta la hicimos el sábado por la noche así que como eran fiestas en un pueblo de aquí cerca pues decidimos aprovechar y conocerlas el domingo. Estuvo genial. hay que verlo para hacerse a la idea de la capacidad de negocio que tiene aquí la gente. Había puestos por todos los lados y vendiendo de todo lo imaginable (el 80%, sea lo que sea, es afrodisiaco) Es muy curioso escuchar las explicaciones de los vendedores, ¿por ejemplo? pues como hay que tomar un preparado para no levantarse ofuscado, estresado, con mal genio...porque va a coger el SIDA. Y si los puestos de venta son variados, pues no digamos los de comida. Aquí uno vaya donde vaya y a la hora que sea se va a encontrar un carrito con algo que comer, y siempre con gente comiendo. Se llevan un plástico grande con el que hacen el techo, una mesa y cuatro sillas de camping, unos fuegos y así uno tras otro, ofreciendo desde maitos (pescado cocinado dentro de hojas de palma), a armadillo... e incluso mayones (esas larvas supergordas de escarabajo típicas de la tele, que os aseguro que quiero probar, eso sí, bien fritas, porque dicen que están buenísimas).
Como seguiamos con ganas de bailar nos fuimos a unas chozas, que son los sitios típicos aquí de baile. Son una especie de cabañas muy grandes con una pista en medio, al lado de un rio para también poder bañarse. Aquí sí que por fin lo dimos todo bailando. Menuda paliza, nos invitaron a bailar unas chicas muy majas que al final se marcaron como objetivo que no nos fuésemos de aquí sin aprender el baile latino. Hombre, las costó algún pequeño pisotón pero al final se cogió el truquillo. Ya nos hemos iniciado en la bachata, merengue, cumbia, salsa, ballenato...y la verdad, lo de bailar juntos es bien bonito. Alguna cosa un poco llamativa, por ejemplo, a mi me calculaban unos 20 años (5 menos) y yo solía echar 5 de más. Una chica, con unos veintipocos, me contó que murió su hermana y su hija hacía 11 meses y ya estaba divorciada y vuelta a casar. Otra chica con 20 años, después de bailar, allí estaba dando de mamar a su pequeño. Me dijo que tenía marido y yo la pregunté si no se enfadaría si bailaba con ella. Me dijo que no padaba nada, que ella estaba allí sólo porque su marido estaba trabajando y no lo sabía (una vez casadas se supone que tienen que pedir permiso al marido para salir, de ahí el título). La vuelta al final a las 2, y como siempre un poco improvisada. Tocó correr detrás de un bus y luego regatear con el taxista (el primero quería cobrarnos 10 dolares; al final uno nos llevó por 6 que es el precio normal, casi nada de diferencia).
Es probable que esta semana no dé muchas señales de vida porque nos marchamos a la sierra otro compañero de trabajo y yo tres días a hacer un vivero para el proyecto de custodia (bueno, quizás, porque aquí la palabra organización está de moda pero sólo eso, como palabra, mucha reunión de planificación pero luego todo se desplanifica y replanifica en un mismo día varias veces).

1 comentario:

  1. Hola fran
    Me alegro mucho de que tu salud no se haya visto amenazada
    Te veo ddando clases de baile a toda la familia,incluida la menda.
    Deja de bailar con mujeres casadas que despues los maridos se enfadan jajaja
    Sigue contandonos cosas
    Un besazo

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